Dos almas conectadas.

 

Andamos por los caminos
empujados por el viento,
conectando el pensamiento
como amores clandestinos.

Parecemos adivinos
de este loco sentimiento
sin que ni un solo lamento
nos alcance con sus trinos.

Ni la prisa es compañera
ni el temor tiene cabida
en una existencia entera,

pues alma con alma unida
sin que nadie las uniera
se inventaron una vida.

                        Francisco Pemar.