La vida entera

 

De las manos a los pies
desde el cielo hasta la tierra,
de la paz hasta la guerra
de entre medias y después.

Dónde empieza el interés
si a las manos no se aferra
como puerta que se cierra
para ver lo que no ves.

Te amaré la vida entera
desde el hombre que ayer fui
hasta el día que me muera.

Pues yo siempre me vestí
con la forma verdadera
del amor que conocí.

                               Francisco Pemar.