No queda nada prescrito.

 
Los besos que no te he dado,
los versos que no te he escrito,
no queda nada prescrito,
todo se queda guardado.

La fruta que no he probado
de tus labios donde habito,
no queda nada prescrito,
todo se queda guardado.

Los mares que no surcamos,
el vino que no bebimos
y otra canción por bailar.

Pues si tanto nos amamos,
lo poquito que perdimos,
lo volvemos a encontrar.

                    Francisco Pemar.